Si los robots van a formar parte de nuestro día a día, es posible que quieras tener el más grande y malote de toda la ciudad. Ya sabes, por lo que pueda suceder. Ahora mismo las opciones todavía son limitadas, pero si el dinero no es un problema, difícilmente encontrarás una máquina más intimidante que el Kuratas de Suidobashi Heavy Industries, un enorme robot de 3,8 metros y 4,5 toneladas que acaba de llegar a Amazon Japón.

Presentado el año pasado entre muecas de asombro y algún que otro grito de terror, Kuratas es un mech rodante construido de forma artesanal. Las posibilidades de control son múltiples: el robot puede manejarse con unos mandos manuales de tipo más bien convencional (todo lo convencionales que pueden ser los mandos de un mech real) o una aplicación especialmente desarrollada para iOS, que se comunica con los mandos de la cabina para accionar los sistemas de marcha, el torso articulado, los brazos y hasta el "armamento" que puedes instalarle de fábrica. Kinect complementa el software de control básico con funciones de realidad aumentada.

Aunque técnicamente todavía no hay unidades en stock, Amazon ha abierto la página del producto y la web oficial de Suidobashi Heavy Industries permite reservarlo a un precio inicial de 140 millones de yenes; unos 990.000 euros o 1,35 millones de dólares al cambio de hoy. La tarifa del modelo base no incluye los brazos, las ametralladoras de airsoft ni el posavasos. Sí, tiene un posavasos.

Ya hemos hablado largo y tendido de las propiedades de Kuratas, ese aterrador medio de transporte con mil y un accesorios que quiere meternos por los ojos la compañía japonesa Suidobashi Heavy Industries. Por desgracia, por muchos voluntarios que pueda haber dispuestos a subirse a lomos de tan brioso corcel, no todos van a tener disponibles los 1.353.500 dólares (1.098.229 euros al cambio) que cuesta el juguete -y nuestra tranquilidad, desde luego, seguro que lo agradece. De todas formas, antes de que empieces a rebuscar calderilla por el sofá o esos vaqueros que llevas años sin ponerte por si lograras acercarte a dicha cantidad, debes saber que construir pieza a pieza uno de estos robots no es una tarea demasiado fácil: entre otras cosas vas a necesitar una grúa, un par de camiones y muuucha paciencia para seguir las instrucciones, así que ya puedes ir tomando buena nota del vídeo que te dejamos tras la pausa.

Japón, fascinante, sorprendente y en ocasiones terrorífico, vuelve a demostrarnos la valía de sus frikis más emprendedores con un mech a medio camino entre las criaturas mecánicas de Chromehounds y los Series T1 de Terminator. Su nombre es Kuratas, y aunque ha sido descubierto por la compañía japonesa Suidobashi Heavy Industries en la feria de figuritas a escala Wonder Fest, se trata de un vehículo totalmente funcional; todo lo que al menos permiten las leyes japonesas y el sentido común de sus padres, el artista Kogoro Kurata y el experto en robótica Wataru Toshizaki.

Sus desequilibradas mentes se han unido para ofrecer comercialmente este sin par medio de destrucción en masa transporte, ofreciendo extras tan singulares como esquemas de pintura personalizados, brazos mecánicos, pods lanzacohetes (botellas de agua a presión, en realidad, que según SHI "de cuando en cuando aciertan en el blanco"), tapicería de cuero, posavasos (!) y la auténtica estrella de la lista de equipamiento: dos ametralladoras multitubo de balines de plástico que se activan usando un detector de sonrisas. Como si pudiéramos hacer otra cosa que sonreír como bobos si alguien nos dejara subirnos a uno...

El Kuratas, que se conducirá desde dentro usando un sistema de control con reconocimiento de gestos vía Kinect o de forma exterior con un iPhone, se desplaza gracias a un pequeño motor diésel que impulsa sus 4,5 toneladas a 10 km/h. El plan de SHI es fabricarlos de forma individual, a un precio que partirá de 1.353.500 dólares (1.098.229 euros al cambio). La idea es tan absolutamente ridícula como sus propios vídeos promocionales, que podrás encontrar tras el salto para mayor incredulidad; si no fuera porque el cacharro ha sido presentado en público, tendríamos que hacer un ejercicio de autoconvencimiento para creer que no es fruto de la calenturienta imaginación de cuatro bromistas con demasiadas horas de Armored Core.

No dejes de personalizar tu Kurata haciendo clic en el enlace Leer.

A uno le cuesta imaginar que esta mole de acero bautizada como Scopedog tuviera que requerir de la asistencia de esta delicada joven con traje del futuro (o del pasado, según se mire), pero ahí lo tienes: el temible robot ha sido construido por Kogoro Kurata, creador también del célebre portátil Steampunk, y está hecho a escala real. Ha sido presentado en certamen Character and Hobby Collection que ha tenido lugar en Japón este fin de semana, y pese a que asusta sólo de verlo, si te fijas bien, muy fiero no debe ser cuando lo único que nos protege de él es esa cadenita que veis debajo...

[Vía Impress]
[Artículo en inglés]